Traducido por IA
Moody’s le ha quitado a EE. UU. su última calificación crediticia Aaa, argumentando que el gobierno no ha logrado contener el aumento de los déficits y los costos por intereses. La rebaja a Aa1, anunciada tras el cierre del mercado el viernes, alinea a las tres agencias de calificación principales y plantea interrogantes tanto para los inversores en renta fija como en renta variable. Aunque la medida era ampliamente anticipada, intensifica la atención sobre los riesgos fiscales en un período político incierto.
Los rendimientos del Tesoro se dispararon el lunes en respuesta. El rendimiento a 30 años subió más de 12 puntos básicos hasta el 5,02%, el de 10 años alcanzó el 4,54% y el de 2 años llegó al 4%. Moody’s advirtió que el gasto obligatorio y los costos del servicio de la deuda podrían consumir casi el 30% de los ingresos federales para el 2035.
Ante la ausencia de un plan creíble para reducir el déficit, los traders de bonos se están adaptando a un perfil crediticio de EE. UU. estructuralmente más débil. Los rendimientos a largo plazo han vuelto a niveles que anteriormente habían generado preocupación entre los responsables de la política.
Los futuros de acciones cayeron tras la rebaja, con el ETF del S&P 500 bajando un 1% y el QQQ un 1,3%. La acción crediticia, aunque no inesperada, se suma a la lista de vientos en contra macroeconómicos para las acciones. Estrategas de firmas como Truist y JonesTrading indicaron que la medida podría acelerar la toma de ganancias tras recientes alzas en el mercado de valores. Aunque es poco probable que la rebaja provoque una revaloración sistémica, la señal es clara: el deterioro fiscal en EE. UU. vuelve a estar en el radar de los inversores globales.
Los traders ahora vigilan estrechamente a la Reserva Federal. Con discursos programados para el lunes de Bostic en Atlanta, Williams en Nueva York y Logan en Dallas, los participantes del mercado estarán atentos a cualquier indicio de que el aumento de los rendimientos pueda influir en la dirección de la política monetaria. Los costos de financiamiento elevados podrían compensar parte del endurecimiento de la Fed, pero si las expectativas de inflación se mantienen ancladas, los responsables de la política podrían mantener las tasas sin cambios.
A corto plazo, es posible que los mercados adopten un sesgo bajista mientras los inversores reajustan su exposición al riesgo tanto en acciones como en bonos. La rebaja sirve de llamado de atención en materia de disciplina fiscal, con los riesgos vinculados al suministro de bonos del Tesoro y la incertidumbre de la política al centro del debate. Se prevé una mayor presión sobre los activos de larga duración, mientras que los alcistas en renta variable podrían tener dificultades para sostener las recientes ganancias en ausencia de claridad fiscal.
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James A. Hyerczyk ha trabajado como analista fundamental y técnico de los mercados financieros desde 1982. James comenzó su carrera en Chicago como analista de mercado de futuros para CBOT y CME y ha estado ofreciendo análisis de calidad para traders profesionales durante 36 años. Su trabajo técnico utiliza las técnicas de análisis de patrón, precio y tiempo de W.D. Gann. James tiene un Máster en Administración de Empresas de la St. Xavier University y un Máster en Mercados Financieros y Negociación del Instituto de Tecnología de Illinois.