Traducido por IA
La visita de alto perfil del presidente Trump a la sede de la Reserva Federal marca una escalada crítica en su intento de influir en la política monetaria de EE. UU., intensificando las preocupaciones sobre la independencia del banco central.
Oficialmente presentada como una visita a la renovación de 2.500 millones de dólares de la Fed, el recorrido envía un mensaje político claro, ya que Trump presiona para un recorte completo de un punto porcentual en las tasas de interés, a pesar de la oposición del presidente Jerome Powell y de las fuertes preocupaciones por la inflación.
Este enfrentamiento tiene repercusiones de gran alcance en las tasas de interés, la valoración de activos y la estrategia de los inversores.
En el centro del conflicto se encuentra una contradicción: los aranceles comerciales de Trump han impulsado la inflación, obligando a la Fed a mantener las tasas altas, incluso cuando el presidente exige recortes agresivos para reducir los costos de endeudamiento federal.
La Fed ha mantenido su tasa de referencia estable entre el 4,25% y el 4,5% desde finales de 2024.
Los repetidos ataques personales de Trump contra Powell y las amenazas de destitución han sacudido la confianza del mercado, aunque los desafíos legales para remover a Powell se consideran débiles.
La estrategia de Trump va más allá de los recortes de tasas: tiene como objetivo someter la política de la Fed al control fiscal de la Casa Blanca, lo que podría socavar décadas de independencia del banco central.
Los analistas de mercado advierten que esto podría dañar la credibilidad monetaria de EE. UU., impulsar al alza los rendimientos, debilitar el dólar y ejercer presión sobre las acciones.
Goldman Sachs y JPMorgan han informado que los ataques de Trump ya han endurecido las condiciones financieras, contrarrestando sus propios objetivos de política.
La incertidumbre política pesa considerablemente sobre las clases de activos.
Las acciones de pequeña capitalización y tecnológicas se encuentran ante fuerzas en conflicto debido a los posibles recortes de tasas y a un aumento de la prima de riesgo.
Los mercados de renta fija están particularmente expuestos; si la confianza en la Fed disminuye, el tramo largo de la curva podría aumentar aun cuando las tasas a corto plazo bajen.
Sectores sensibles a las tasas, como el inmobiliario y los servicios públicos, muestran señales de tensión, mientras que los instrumentos de corta duración podrían ofrecer una asignación de capital más segura hasta que el panorama de la política se aclare.
Las principales instituciones financieras están de acuerdo: la independencia de la Fed es esencial.
Cambios repentinos en el liderazgo o presiones políticas evidentes probablemente perturbarían los mercados.
Por ahora, los traders deben esperar una volatilidad continua en torno a los mensajes de la Fed.
Se recomienda priorizar balances sólidos, mantener la diversificación y asignar capital de manera selectiva en sectores que históricamente se han desempeñado bien en entornos políticos inciertos, como el energético, el de bienes de consumo básicos y el sanitario.
Con el riesgo político aún elevado y las condiciones financieras endureciéndose, la perspectiva a corto plazo es moderadamente bajista en todos los activos de riesgo.
A menos que Trump alivie la presión sobre la Fed, es probable que los mercados continúen descontando inestabilidad y un margen limitado para recortes de tasas a corto plazo.
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James A. Hyerczyk ha trabajado como analista fundamental y técnico de los mercados financieros desde 1982. James comenzó su carrera en Chicago como analista de mercado de futuros para CBOT y CME y ha estado ofreciendo análisis de calidad para traders profesionales durante 36 años. Su trabajo técnico utiliza las técnicas de análisis de patrón, precio y tiempo de W.D. Gann. James tiene un Máster en Administración de Empresas de la St. Xavier University y un Máster en Mercados Financieros y Negociación del Instituto de Tecnología de Illinois.