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Gigante del Petróleo, Aramco, Muestra Situación Nefasta del Sector

Por:
Cyril Widdershoven
Publicado: Nov 3, 2020, 11:15 UTC

La empresa petrolífera nacional saudí, Saudi Aramco, ha informado de una caída del beneficio en el T3 del 2020 del 44% a nivel interanual.

Saudi Aramco, Crude Oil, Brent, WTI

En este artículo:

La empresa petrolífera nacional de Arabia Saudí, conocida como Saudi Aramco o simplemente Aramco, ha informado de unos resultados financieros bastante negativos en el tercer trimestre del 2020. En su informe el gigante saudí declaraba que su beneficio del tercer trimestre del 2020 fue de 44.21 mil millones de riales saudíes (11.79 mil millones de dólares), lo que representaba una fuerte caída del 44% respecto a los 79.84 mil millones de riales que obtuvo en el tercer trimestre del 2019.

Estos últimos datos publicados por Aramco muestran un contraste muy agudo con el continuo optimismo mostrado por la OPEP+ que defiende que los mercados se están recuperando ligeramente. Lo cierto es que el gigante saudí, la empresa Aramco valorada todavía en unos 2 billones de dólares, aún sigue luchando una dura batalla contra el continuo hundimiento del mercado y la caída de la demanda causada por la pandemia del coronavirus. Para el último trimestre del 2020 y la primera mitad del 2021 incluso se pueden esperar peores resultados ya que los precios del petróleo reflejan un sentimiento cada vez más negativo en el mercado y la incertidumbre que hay sobre el impacto que tendrán las cuarentenas impuestas en los países de la OCDE sobre la demanda.

A esto podríamos tener que añadirle una posible victoria en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos del candidato Demócrata Joe Biden, que podría agravar la situación del sector porque según dicen algunos analistas permitiría a Irán volver a inyectar petróleo y gas en los mercados.

Aramco también ha indicado que los cambios aprobados por el gobierno sobre las tasas que paga la empresa han ayudado a mejorar las cifras publicadas. Lo que ha ocurrido es que tras la caída de los precios y los volúmenes de venta el gobierno decidió reducir las tasas que cobra por producir petróleo, una medida que ha contrarrestado parcialmente las pérdidas. Aramco por tanto se ha beneficiado de una reducción de las tasas de producción del 20% hasta el 15% y también de otras ayudas fiscales como la reducción de los impuestos sobre los ingresos.

El gigante petrolífero también ha podido aumentar los ingresos debido al incremento de las ventas de gas natural y sus derivados. La producción total de hidrocarburos para el tercer trimestre fue de 12.4 millones de barriles equivalentes de petróleo por día, de los cuales el petróleo crudo representaba 9.2 millones de barriles por día (bpd).

Los indicadores financieros generales de la empresa también han mejorado gracias a la caída del gasto de capital, que ahora se sitúa en los 6.4 mil millones de dólares. Si hablamos del año completo Aramco dice espera una inversión en capitales para 2020 en la parte baja del rango de los 25 a 30 mil millones de dólares. Esa segunda cifra estaría por encima del promedio del sector pero el rango nos muestra que incluso a un productor saudí al que sale muy barato producir petróleo le está costando mantener la inversión de capital a nivel general, lo que podría dar como resultado el aplazamiento de nuevos proyectos o incluso la cancelación de algunos de ellos.

Pensamos que será muy interesante vigilar las inversiones y las operaciones que realice Aramco en la región del Mar Rojo y en su operación estrella que es el proyecto del muelle de Ras Al Khair.

El CEO de Aramco, Amin Nasser, se mantiene positivo tal y como demuestran sus declaraciones “vimos los primeros signos de recuperación en el tercer trimestre debido a la mejora de la actividad económica, a pesar de las dificultades que atraviesan los sectores energéticos a nivel mundial.” Aramco también parece estar tomando medidas agresivas distintas a las que emplean competidores como la Empresa Petrolífera de la Indica (IOC) ya que los saudíes siguen ofreciendo pagos con dividendos en los mismos niveles que han habido históricamente.

Nasser decía lo siguiente, “mantenemos nuestro compromiso con el valor que ofrecemos a los accionistas declarando un dividendo de 18.75 mil millones de dólares para el tercer trimestre.” Sin embargo parece que van a tener que revisar esa cifra porque la posición de Aramco sobre el dividendo ya está llegando a un momento crítico tras conocerse que el flujo de caja libre será de 12.4 mil millones de dólares en el tercer trimestre del año, cayendo por debajo del compromiso asociado con el dividendo que se había anunciado. Sin embargo la actual posición de Aramco sobre el dividendo se basa en la declaración que venía ya en su Oferta Pública Inicial (IPO en inglés) de que emitiría 75 mil millones de dólares en dividendos de manera anual durante los primeros cinco años.

Si tenemos en cuenta los problemas que está causando la COVID sobre el mercado mundial del petróleo y el gas, la mayor inestabilidad de las economías y la posibilidad de que los principales mercados de la OPEP+ vuelvan a la recesión llegamos a la conclusión de que el optimismo actual es demasiado elevado. Según los fundamentales que vemos ahora las predicciones que se habían hecho sobre el crecimiento económico no se van a cumplir y además la demanda vuelve a caer en la OCDE y otros mercados. Por tanto esos brotes verdes que vimos en el verano y en el tercer trimestre ahora mismo están siendo echados por tierra a la fuerza.

La OPEP+ tiene que volver a evaluar la situación teniendo en cuenta la caída de los precios y la posibilidad de que vuelva a haber una saturación de reservas de petróleo en todo el mundo aunque de momento a nivel oficial los productores no estén planteándose esta estrategia. La caída de los márgenes que ganan las refinerías parece que va a continuar durante más tiempo ya que al tráfico aéreo, e incluso el tráfico por carretera, van a volver a caer dentro de poco. De hecho los primeros signos ya se ven en el mercado puesto que los grandes barcos petroleros y otras instalaciones de almacenamiento en alta mar vuelven a aumentar su actividad.

Los mensajes internos dentro de Aramco también parecen parcialmente difusos. Lo digo porque el optimismo mostrado por el CEO de Aramco, Nasser, y otros representantes saudíes en la OPEP contrasta con los avisos que está lanzando Ibrahim Al Buainain, vicepresidente de Aramco Trading, ya que en los últimos días ha dicho que la OPEP+ va a tener que enfrentarse a “muchos problemas con la demanda” antes de aumentar su producción en enero del 2021.

Si la OPEP+ sigue con su plan de cancelar parcialmente el recorte de la producción en el mes de enero seguramente mandará al sector a un escenario con un excedente acumulado gigantesco. Evidentemente si la OPEP+ decide cancelar en enero el recorte de 2 millones de barriles por día lo que ocurrirá es que estará inyectando esa cantidad adicional a un mercado en el que no hay clientes para absorberla. El mes de enero del 2021 también podría ser especialmente delicado si Libia sigue aumentando su producción, Irán se vuelve más activo y otros productores más pequeños de la OPEP se saltan las restricciones que se les habían impuesto. Al Buainain ya ha avisado de la caída permanente de los márgenes puesto que la demanda de sus productos es menor.

Si Aramco y sus homólogos en otros países no empiezan a analizar los hechos de forma realista el cuarto trimestre del 2020 podría convertirse en un punto de inflexión. Seguramente la demanda China no mostrará cambios reales mientras que la demanda en la OECD caerá, lo que a su vez perjudicará a la demanda de productos chinos. A esto hay que añadirle que la política china de compra de petróleo a coste bajo no se podrá sostener en el largo plazo.

Las empresas petrolíferas nacionales como Aramco van a tener que lidiar con la presión que ejercen sus propios gobiernos necesitados de ingresos para contrarrestar los déficits que están contrayendo, pero al mismo tiempo estas empresas van a tener que ser capaces de estabilizar al mercado. Por tanto lo que vemos en estos momentos es que estos dos factores están ejerciendo presión en direcciones opuestas sobre estas empresas.

Está claro que la OPEP+ es uno de los principales protagonistas del mercado pero no tiene capacidad para influir sobre los compradores ni sobre la situación actual de la demanda. También es preocupante ver que productores de bajo coste como Aramco están bajo mucha presión.

La conclusión es evidente, las empresas petrolíferas nacionales que tengan costes de producción más elevados van a sufrir muchísimo en los próximos meses. En el largo plazo empresas como Shell, BP, Total o Chevron van a tener problemas por todas partes.

Para ver todos los eventos económicos que se publican durante la jornada le recomendarmos visitar nuestro calendario económico.

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