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¿Disparará Biden la Inflación Para el Oro?

Por:
Arkadiusz Sieroń
Actualizado: Dec 19, 2020, 00:52 UTC

Existe riesgo de que la inflación sea más elevada con Biden que con Trump, lo que representaría una gran noticia para el oro.

Oro

En este artículo:

Se espera que el presidente electo Joe Biden aumente aún más el gasto del gobierno, esto junto a otros factores hace pensar en que la inflación podría ser más elevada bajo su mandato que bajo el de Trump. De ser así sería una noticia fantástica para el oro.

Digamos la verdad, la presidencia de Biden no será fácil y no me estoy refiriendo al hecho de que jure el cargo siendo el presidente más mayor de la historia de los Estados Unidos o que vaya a tener que lidiar con la pandemia del coronavirus y el proceso de distribución de la vacuna por todo el país, me estoy refiriendo a que heredará una economía que estará creciendo a un ritmo lento y con una deuda pública excesiva. Si tenemos en cuenta el problema de la deuda todo apunta a que los tipos de interés reales se mantendrán en niveles extremadamente bajos y ese es precisamente el escenario de una trampa de deuda, es decir, cuanto más crece la deuda menos margen tiene la economía (Tesoro) para permitirse unos tipos de interés elevados.

Asimismo Biden tendrá que lidiar con el riesgo de una inflación elevada. De hecho algunos analistas dicen que el nuevo presidente de los Estados Unidos podría contribuir a que aumentaran los precios. ¿Es esto cierto? ¿Finalmente veremos una aceleración en la tasa de inflación?

Lo pregunto porque hasta ahora la inflación del consumidor ha sido débil. Tal y como muestra el gráfico que ves más abajo la tasa anual del índice de precios al consumo (IPC) ha caído del 2.3% antes de la epidemia hasta el 1.2% en el mes de octubre. (El 2% está remarcado en negrita por ser una referencia para la Fed)

Tasas de inflación IPC e IPC subyacente

Después de que la Fed haya inyectado una gran cantidad de dinero en la economía esta dinámica resulta sorprendente para algunas personas, sin embargo la deflación es perfectamente consistente con las predicciones que publicamos en el mes de mayo: “En el corto plazo esperamos deflación, pero pensamos que el riesgo de inflación en el futuro es más elevado que el que había hace una década.”

De hecho en el corto plazo el shock que se produjo en la demanda tuvo mucho más peso que otros factores y la gente simplemente aumentó su demanda de dinero por la enorme incertidumbre y las oportunidades limitadas de gastarlo en la economía externa a internet.

¿Pero no hemos dicho que la Fed aumentó de forma significativa la cantidad de dinero en circulación? Pues sí, lo hizo, pero los bancos centrales solo crean una base monetaria mientras que son los bancos comerciales los que crean la mayor parte de la masa monetaria (más del 90 por ciento). Por tanto para ver las tendencias de la inflación lo que realmente importa no es el balance de la Fed, es la expansión del crédito de los bancos comerciales que con el dinero de los depósitos hacen préstamos, aumentando el dinero en circulación.

Pero espera un momento, ¿Pero no aumentaron también el ritmo de expansión del crédito bancario y el dinero total en circulación? ¡Sí, lo hicieron! Mira el gráfico que hay más abajo y compruébalo por ti mismo. Ese es el motivo por el que creo que el riesgo de inflación tras la crisis del coronavirus será mayor que tras la Gran Recesión del 2008 ya que en aquella crisis los bancos recibieron un golpe muy fuerte y no quisieron expandir el crédito.

Tasa de crecimiento anual de la masa monetaria M2 y del crédito bancario

Ahora la situación es distinta, los bancos sí han aumentado los préstamos pero no hacia los consumidores sino hacia los emprendedores, probablemente porque necesitaban crédito para mantenerse a flote durante el Gran Confinamiento. Por tanto la aceleración del crédito bancario podría ser solo temporal, de hecho el ritmo de expansión se ha estado frenando recientemente. Sin embargo cuando termine la pandemia es posible que los consumidores vuelvan a usar sus tarjetas de crédito y a pedir hipotecas para comprar viviendas.

De hecho ese factor supone un riesgo elevado de aumentar la inflación. Algunos economistas indican que podríamos ver demanda acumulada, es decir un fuerte aumento de la demanda de un servicio o producto normalmente tras un periodo de gasto inferior a la media. La idea es que es posible que los consumidores hayan estado tratando de limitar la demanda durante el periodo de la recesión, solo para empezar a gastar en cuanto llegue la recuperación. Nos parece que esta hipótesis tiene sentido porque en momentos de crisis aumenta la incertidumbre y la gente trata de reducir sus gastos además de acumular dinero, pero en cuanto se recupera la confianza en el mercado la gente gasta su dinero con más libertad.

Podría ocurrir lo mismo en el caso de la pandemia del coronavirus ya que no solo aumentó la incertidumbre sino que la gente además tuvo que seguir unas pautas de distanciamiento social y cumplir con unas restricciones sanitarias que les han obligado a reducir sus gastos. Por tanto cuando termine la pandemia es posible que caiga la demanda de dinero y que aumente el gasto, por tanto acelerando la inflación. Evidentemente parte de la demanda jamás volverá (es imposible que se puedan recuperar todas esas cervezas que uno hubiera tomado con los amigos) pero cuando pase la tormenta y las vacunas aumenten la confianza de la gente es de esperar que gasten una parte sustancial de las reservas adicionales que han ido acumulando durante la pandemia.

Echa un vistazo al gráfico que hay más abajo, tal y como podrás ver la tasa de ahorro personal aumentó en Estados Unidos desde un 8 por ciento antes de la pandemia hasta casi el 34 por ciento en el mes de abril. Ahora mismo está por encima del 14 por ciento por lo que cabe la posibilidad de que aumente el gasto del consumidor en el futuro.

Tasa de ahorro personal en Estados Unidos

En otras palabras, la gente y las empresas no han usado todos los estímulos que recibieron de la Fed o del gobierno. Debido a la gran incertidumbre han estado gastando lo mínimo posible al mismo tiempo que ahorraban tanto como podían. ¿Por qué es tan importante esto? Pues porque cuando la gente decida gastar la montaña de dinero que tiene acumulada la inflación podría acelerarse, impulsando la demanda de oro por tratarse de un activo que sirve para cubrirse precisamente de la inflación.

Por tanto cuando volvamos a la normalidad y haya terminado la pandemia debería aumentar la velocidad del dinero. De hecho justo eso mismo es lo que hemos observado en el tercer trimestre de este año, ha habido cierto rebote en la velocidad de la masa monetaria M2 tal y como puedes comprobar en el gráfico que hay más abajo. Por tanto aunque la segunda oleada de infecciones de COVID-19 haya frenado este proceso vemos posible que en 2021 haya un aumento de la inflación. Y un aumento de la inflación también implica unos tipos de interés reales más bajos, lo que representa otra buena noticia para el metal amarillo.

Velocidad del dinero M2

Finalmente y no menos importante, Biden está a favor de inyectar un gran paquete de ayudas económicas que incluirían una segunda ronda de cheques de estímulo por lo que la capacidad de gastar de los consumidores debería aumentar aún más durante el año que viene, contribuyendo a una subida de los precios al consumo. Por tanto aunque no sea algo que está prefijado sí vemos un riesgo de que la inflación sea más elevada bajo la presidencia de Biden que bajo la presidencia de Trump. Esto sería una gran noticia para el oro, especialmente si el nuevo régimen de la Fed significa que no reaccionará de manera agresiva aunque aumente la inflación (en el nuevo régimen ya dijo que podía permitir una inflación superior al 2% de manera temporal).

Para ver todos los eventos económicos del día le recomendamos visitar nuestro calendario económico.

Arkadiusz Sieron, PhD
Sunshine Profits: Analysis. Care. Profits.

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