El Banco Mundial espera una desaceleración de la economía china

De acuerdo con el Banco Mundial, la economía china está proyectada a desacelerar su crecimiento el próximo año.

Después de crecer +8% en el 2021, según los estimados de la institución, China crecerá +5,1% en el 2022, por debajo de su estimado previo que apuntaba a un crecimiento de +5,4%, lo que representaría su segundo peor desempeño desde 1990.

Esta desaceleración es consecuencia, en parte, de las restricciones que se impondrán ante las nuevas variantes del Covid-19.

“Los riesgos a la baja del panorama económico de China han crecido” comentó Ibrahim Saeed Chowdhury, economista líder del Banco Mundial para China.

“La desaceleración refleja un menor soporte de las exportaciones y el continuo esfuerzo del gobierno por disminuir el apalancamiento” de la economía.

Adicionalmente, la situación del mercado inmobiliario también generará efectos negativos. “Una prolongada y severa caída del altamente apalancado sector inmobiliario plantea otro riesgo a la baja que pudiera tener un impacto significativo”.

El Banco Mundial considera que los esfuerzos por reducir el apalancamiento deben continuar para prevenir que sigan incrementando los riesgos en el sector financiero, pero que las autoridades deben estar atentas para intervenir “en caso que la demanda doméstica continúe débil”.

Retos y soluciones de mediano plazo

El economista destaca que “China enfrenta retos en el mediano plazo en la medida en que busca una transición hacia un crecimiento de mayor calidad, toda vez que el modelo de crecer a través de la inversión en infraestructura y bienes inmuebles está agotado”.

Según la institución, los tres retos que enfrenta la economía china son: sustituir la dependencia de la demanda externa con demanda interna para depender del crecimiento de industrias relacionadas con el consumo y los servicios; permitir un mayor rol del sector privado y los mercados; además de lograr una economía de baja producción de carbono.

Entre las recomendaciones para superar estos objetivos, el Banco Mundial plantea reforzar el marco legal que rige los sectores financiero y corporativo, con énfasis en “solucionar las distorsiones que existen en torno a la obtención de créditos para apoyar un crecimiento más dinámico del sector privado”; una mayor apertura del sector servicios que mejore el acceso a servicios de mayor calidad; eliminar las restricciones en la movilidad laboral; crear un sistema impositivo más progresivo.