Goldman Sachs alerta sobre consecuencias de un incremento del precio del petróleo

Goldman Sachs estima un barril de crudo en $125 en los próximos meses

Jeffrey Currie, estratega de materias primas de Goldman Sachs, considera que “los riesgos para el precio del petróleo, el gas natural y el trigo están sesgados al alza hasta que se resuelva la incertidumbre en torno a la escalada del conflicto” entre Rusia y Ucrania.

“Vemos un riesgo claro de que el barril de crudo alcance $125” para este verano debido a la posible disminución de la oferta, agregó Currie.

Inversionistas subestiman consecuencias de mayores precios del petróleo

Una subida de esta magnitud en el precio del petróleo, +25% desde los niveles actuales del contrato de futuro del barril de crudo West Texas, podría tener graves consecuencias para las principales economías del mundo, debido a las presiones inflacionarias que generaría.

Dominic Wilson, estratega de Goldman Sachs, considera que los inversionistas “están subestimando los riesgos que una menor oferta tendría sobre el precio del petróleo”.

Según Wilson, el riesgo de que disminuya la oferta disponible en el mercado continúa aumentando en la medida en que se desarrolla el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Hasta los momentos las sanciones impuestas sobre Rusia parecen afectar poco las exportaciones de crudo, pero el riesgo es grande debido a que más del 8% del total de la oferta de petróleo en el mercado mundial proviene de Rusia.

“Si bien vemos una eventual reducción de las tensiones, esperamos cambios de largo plazo en las políticas y los resultados económicos” apunta Wilson, refiriéndose entre otros a los riesgos de mayor inflación, desaceleración económica y el incremento del gasto en defensa en Europa.

En un entorno donde los principales bancos centrales están comenzando a luchar por controlar una tasa de inflación que se ubica en niveles máximos de varias décadas en Estados Unidos y Europa, un shock al alza de los precios del petróleo dificulta aún más la tarea de las autoridades monetarias, no solamente porque los precios de los productos continuarán al alza sino porque esto podría ocasionar una disminución del consumo y, por ende, una desaceleración del crecimiento económico.

Jan Hatzius, economista de Goldman, elevó sus estimados de inflación para Estados Unidos hasta +3,7% para finales de 2022, desde el +3,1% esperado previamente.