Traducido por IA
Para empezar, observemos dónde se sitúa este par hacia fin de año, rondando la zona de 1,34. Se encuentra por debajo de los máximos del año, lo que resulta significativo ya que, en el momento en que se graba este vídeo, se plantean muchas preguntas sobre la Reserva Federal y, por supuesto, sobre los mercados de divisas en general, en particular la libra esterlina. Pero para entender cómo hemos llegado hasta aquí, primero debemos retroceder y analizar el año 2025.
Se puede ver que, casi de inmediato en 2025, la libra esterlina alcanzó su mínimo y comenzó a recuperarse. De hecho, esto no fue gran sorpresa, pues si se esperaba que el dólar perdiera fuerza a lo largo del año, era natural que la libra se comportara bastante bien. En realidad, superó a muchas de sus contrapartes en la caída, lo que significa que, cuando el dólar se fortalecía considerablemente, la libra perdía menos y demostraba ser algo más resiliente.
Así que, con todo lo anterior en mente, no resulta sorprendente que haya sido uno de los mejores desempeños en el repunte. La Reserva Federal pasó de una política monetaria de endurecimiento a una postura paciente y dependiente de los datos. Esa fue la primera señal de que quizá las cosas estaban cambiando ligeramente: pasaron de ser excesivamente agresivos a mostrarse algo ambivalentes y cautelosos. Dicho esto, en varias ocasiones durante el año, el mercado valoró erróneamente al dólar, no solo frente a la libra esterlina, al esperar grandes recortes de tasas y un retorno a una política monetaria súper indulgente.
También hay que tener en cuenta que el Banco de Inglaterra mantuvo una postura relativamente agresiva a principios de año, impulsado por una inflación persistente, especialmente en el sector servicios del Reino Unido. Con el tiempo, esta postura se suavizó algo conforme se hicieron evidentes las preocupaciones sobre el crecimiento y la sensibilidad en el mercado inmobiliario. Básicamente, eso comenzó a suceder a principios de julio, cuando la libra esterlina empezó a mostrar fisuras en su fortaleza.
El diferencial de tasas es bastante reducido, pero en general respalda al dólar; depende de lo que estén haciendo en cada momento los mercados de bonos. El desempeño económico en Estados Unidos ha sido mejor de lo esperado. Aunque durante gran parte del año se teorizó sobre la muerte de la economía estadounidense, la realidad es que los estadounidenses siguen gastando. En muchos lugares se asemeja a un boom, con consumidores que continúan comprando; ya sea a crédito o en efectivo, eso es otra historia, pero sin duda aporta al crecimiento.
El mercado laboral en Estados Unidos sigue siendo muy fuerte. No resulta difícil encontrar empleo y, de hecho, hay escasez de trabajadores, lo cual es un problema positivo. El Reino Unido evitó una recesión significativa, aunque se mantuvo algo frágil, lo que contribuyó a la caída de la libra. Los reajustes en las hipotecas afectaron el consumo en el Reino Unido, a diferencia de Estados Unidos, donde las hipotecas de tasa fija protegen a los hogares de las variaciones en las tasas.
La libra esterlina se cotizó con más volatilidad que el euro y, inicialmente, se benefició de la postura agresiva del Banco de Inglaterra. Sin embargo, los repuntes a menudo se estancaron durante el año a causa de la incertidumbre sobre el crecimiento y de las preocupaciones relativas a la credibilidad fiscal del Reino Unido. En ocasiones, el sentimiento global estaba en cambio, lo que frecuentemente favorecía al dólar, independientemente de los factores específicos del Reino Unido.
El Reino Unido presentó un presupuesto que fue bien recibido, ayudando a formar un doble suelo alrededor del nivel de 1,30, lo que brindó cierto soporte más adelante en el año. No obstante, la estructura técnica actual muestra mucha incertidumbre. La tendencia a largo plazo de cara a 2026 parece lateral, aunque ligeramente bajista. Los movimientos de impulso son breves pero violentos y, a pesar del inicio alcista de 2025, el mercado pasó mucho tiempo en rango.
De cara a 2026, es probable que la Reserva Federal adopte una flexibilización gradual, siendo “gradual” la palabra clave. Es posible que el Banco de Inglaterra se vea obligado a flexibilizar, y los mercados ya esperan recortes de tasas. Los diferenciales de tasas son ligeramente positivos para el dólar. Se prevé que el crecimiento en el Reino Unido sea débil pero estable y vulnerable a choques, mientras que el crecimiento en Estados Unidos continúa superándose; esta superioridad estadounidense podría sorprender a muchos.
El escenario alcista requeriría que la inflación en el Reino Unido se mantuviera persistente, retrasando así los recortes de tasas, mientras que la Reserva Federal flexibiliza más rápidamente de lo previsto. Además, una mejora en el apetito global por el riesgo podría ayudar, con escenarios como la paz en Ucrania que potencialmente debilitarían al dólar a causa de flujos de capital hacia divisas con mayor sensibilidad. Aun así, cualquier repunte alcista probablemente sería frágil y desigual.
El pronóstico bajista tiene una probabilidad aproximada del 60% al 65%. Es posible que el crecimiento en el Reino Unido se deteriore más rápidamente de lo esperado, lo que obligaría al Banco de Inglaterra a recortar tasas de forma más temprana y agresiva. El sólido crecimiento estadounidense y unos rendimientos atractivos favorecerían al dólar. Un entorno de aversión al riesgo también sería muy positivo para el dólar. Esto probablemente se traduzca en un mercado en el que se desinflan los repuntes, regresando paulatinamente hacia 1,30 e incluso potencialmente hasta 1,2750 hacia final de año.
El escenario base para 2026 se caracteriza por una acción de precios volátil, impulsada por titulares. Es probable que la libra se mantenga como una de las principales divisas más volátiles, favoreciendo la venta en momentos de fortaleza. No se perfila una tendencia clara, a menos que los diferenciales de crecimiento se amplíen de forma pronunciada, y si eso ocurre, lo más probable es que favorezca a Estados Unidos. Vigile el nivel de 1,36 en busca de señales de debilidad del dólar y el 1,32 como umbral para precios más bajos. Una ruptura por debajo de 1,30 podría intensificar la presión vendedora. Lo más probable es que los repuntes breves presenten oportunidades para vender.
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Chris ha sido analista de FX Empire desde sus inicios. Es autor de varios hilos en los principales foros de forex que cuentan con millones de visitas. Chris trabaja tanto de analista como de trader profesional, tanto para clientes como para sí mismo. Chris tiene una licenciatura en CIS de la Franklin University de Estados Unidos.