Precio del gas natural continúa a la baja en Europa

El precio del contrato de futuro referencial del gas natural en Europa retrocedió -8,27% la semana pasada, su tercera semana consecutiva de caída, como consecuencia de la disminución de las amenazas de imponer sanciones que afecten las exportaciones del sector energético ruso.

Continúan los esfuerzos por reducir dependencia de Rusia

El presidente lituano, Gitanas Nauseda, declaró este lunes que su país se está preparando para vivir sin utilizar gas ni petróleo importado desde Rusia.

“Hemos recorrido la mayor parte del camino con la sustitución del gas por tubería por gas natural licuado y preparándonos para usar petróleo importado desde otros países” comentó Nauseda.

Los esfuerzos de Lituania se asemejan a los anunciados por Alemania e Italia en días recientes, en la búsqueda apresurada por reducir la dependencia de las importaciones de gas y petróleo desde Rusia.

La empresa italiana Eni comentó este domingo que está en discusiones con Sonatrach, empresa estatal argelina, para acelerar la fase de producción del nuevo descubrimiento de gas y petróleo ubicado en el este de Argelia.

Por su parte, Alemania anunció que había alcanzado un acuerdo con Catar para implementar un acuerdo de largo plazo que le permita reducir la dependencia del gas ruso.

Sin soluciones definitivas a corto plazo

La fragilidad en materia energética de la mayoría de los países de Europa volvió a ponerse de manifiesto con la invasión de Rusia a Ucrania.

El primer ministro holandés, Mark Rutte, comentó que “demasiadas refinerías en Europa dependen por completo del petróleo ruso, mientras que la situación con el gas es aún peor”, por lo que no es posible eliminar las importaciones de un día para otro.

“Debemos hacerlo lo más rápido posible, pero no podemos hacerlo mañana” concluyó Rutte.

Estados Unidos y sus aliados europeos han intentado disuadir el ataque ruso sobre Ucrania mediante la imposición de sanciones económicas, pero en el sector energético no han logrado tomar decisiones conjuntas debido a esta dependencia.

Las condiciones del mercado petrolero y de gas natural hacen pensar que una suspensión total de las importaciones rusas perjudicarán más a Europa que a Rusia, debido a que los obligarían a racionar el consumo de gas natural y los derivados del petróleo de manera significativa, ocasionando una fuerte reducción en la actividad económica en la región.