Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, junto con sus aliados liderados por Rusia, decidieron esta semana incrementar sus cuotas de producción para marzo en 400.000 barriles diarios, continuando con su plan de normalizar la producción de crudo hasta los niveles prevalecientes antes del comienzo de la pandemia.
Sin embargo, la información disponible apunta a que algunos países miembros no estarían logrando incrementar su producción siguiendo con los acuerdos de la organización.
En diciembre, Libia sufrió una caída de 140.000 barriles diarios de producción debido a bloqueos sufridos por los ataques de milicias a sus campos occidentales; mientras que en enero, las exportaciones de Nigeria y Angola fueron las peores de los últimos 4 años.
En Nigeria, el problema se debe al daño que ha sufrido su infraestructura y podría revertirse una vez sea reparada; pero en Angola parece tratarse de un problema de caída de la producción de largo plazo que comenzó en 2016 y que se estima continúe en el futuro.
Estas dificultades obligaron a Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Irak y Kuwait a incrementar aún más su producción para alcanzar los objetivos de la organización y contribuir a satisfacer la creciente demanda de crudo y sus derivados.
La media móvil de 10 días continúa funcionando como soporte del precio del contrato de futuro del barril de crudo West Texas.
Sin embargo, el indicador MACD podría estar cerca de dar una señal de venta; mientras que el indicador RSI muestra desde hace unos días una divergencia negativa con el precio que históricamente ha precedido caídas en la cotización del contrato.
En caso de que el precio rompa a la baja la media móvil de 10 días, podría encontrar soporte en la media móvil de 20 días que se ubica actualmente alrededor de $84,50.
Si este indicador no funciona como soporte, el siguiente nivel relevante sería $80.
Una caída hasta estos niveles podría ser una oportunidad de compra, debido a que los factores fundamentales relacionados con la incapacidad de la producción de crecer al mismo ritmo que la demanda y las preocupaciones por una interrupción del flujo de crudo en caso de un conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, deberían impedir una corrección mayor del precio en el corto plazo.
Sócrates se graduó en la universidad y enseguida comenzó a trabajar cubriendo el mercado de acciones de Estados Unidos, México, Brasil, Argentina y Venezuela. A medida que avanzó en su carrera profesional administró fondos mutuales, fondos de retiro y carteras institucionales. Además, fue trader de bonos de deuda de mercados emergentes para carteras propietarias. Sócrates fue CFA charterholder durante 14 años, pero actualmente no es miembro activo del CFA Institute. También es Financial Risk Manager, certificado por Global Association of Risk Professionals.