Traducido por IA
Jerome Powell no prometió de manera explícita un recorte de tasas en Jackson Hole, pero para los traders mencionó lo suficiente. El presidente de la Fed reconoció que los riesgos están cambiando y que las condiciones “podrían justificar” un ajuste en la política —lenguaje propio de banco central para decir “estamos atentos”. Con una política aún considerada restrictiva y con los riesgos de crecimiento en aumento, el mercado captó la indirecta.
La reacción fue rápida. El Dow subió más de 600 puntos y los rendimientos a 2 años cayeron 8 pb hasta el 3,71%, ya que los traders incorporaron mayores probabilidades de recorte en el FOMC de septiembre.
Las acciones presienten un giro dovish, y el tono cuidado de Powell sugiere que la orientación de la Fed podría inclinarse en esa dirección, aunque aún no lo declare abiertamente. Sin un compromiso firme, el mercado de bonos apuesta claramente a que el siguiente movimiento será a la baja.
La evaluación de Powell sobre la economía fue mixta. Aunque el mercado laboral se mantiene sólido y el crecimiento subsiste, advirtió sobre los riesgos en el comercio y los aranceles, considerándolos como problemas persistentes. La Fed aún no está segura de cuánto impacto tendrá la inflación derivada de las distorsiones en la cadena de suministro, y Powell admitió que “tomará tiempo” que esos efectos se materialicen. La trayectoria de la inflación es compleja, y la paciencia de la Fed es deliberada.
Se reflexionó sobre el cambio en 2020 hacia una “orientación flexible del promedio de la inflación”, una estrategia que Powell admite fue afectada por el repunte inflacionario post-COVID. Esa estrategia no envejeció bien y, aunque la Fed no abandonará el objetivo del 2%, claramente está caminando sobre una cuerda floja. Powell enfatizó la importancia de anclar las expectativas a largo plazo —un guiño a las preocupaciones sobre la credibilidad tras el fallo al calificar la situación de “transitoria”.
Sin nombrar a Trump, Powell dejó claro que la Fed no recibirá órdenes. Las decisiones de política se mantendrán “basadas únicamente en los datos”. En otras palabras, el mercado importa más que la Casa Blanca. Los traders deben centrarse en los próximos datos, especialmente en los índices de inflación y el gasto de los consumidores, pues serán determinantes para la decisión de septiembre.
Es más probable que la Fed esté preparando el terreno para un recorte de tasas, pero no tiene prisa. Powell está equilibrando las expectativas del mercado con la incertidumbre inflacionaria.
Considere las correcciones como oportunidades potenciales de compra en activos de riesgo, especialmente si los datos entrantes se debilitan. Pero, nuevamente, aún no estamos fuera de peligro. En definitiva, la Fed no está frenando bruscamente, sino que está soltando el acelerador — y los inversionistas astutos se están posicionando para un giro.
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James A. Hyerczyk ha trabajado como analista fundamental y técnico de los mercados financieros desde 1982. James comenzó su carrera en Chicago como analista de mercado de futuros para CBOT y CME y ha estado ofreciendo análisis de calidad para traders profesionales durante 36 años. Su trabajo técnico utiliza las técnicas de análisis de patrón, precio y tiempo de W.D. Gann. James tiene un Máster en Administración de Empresas de la St. Xavier University y un Máster en Mercados Financieros y Negociación del Instituto de Tecnología de Illinois.