Traducido por IA
Los fondos cotizados (ETFs) comenzaron como un experimento curioso a principios de la década de 1990. Cuando el primer ETF debutó en Toronto en 1990 y el SPDR S&P 500 ETF Trust (SPY) siguió en 1993, pocos imaginaron que estos vehículos se convertirían en la opción predeterminada para muchos inversores. Tres décadas después, los ETFs han reescrito la forma en que se construyen las carteras, se gestionan los costos y se accede a los mercados para inversores de todos los tamaños.
El atractivo es sencillo: una sola operación puede proporcionar exposición diversificada, liquidez intradiaria y precios transparentes —generalmente a muy bajo costo. Pero los ETFs no son mágicos. Para utilizarlos adecuadamente, es necesario comprender su estructura interna, sus fortalezas y sus compensaciones. Este artículo amplía tu versión original con contexto adicional, orientación práctica y una clara taxonomía de las familias de ETFs, para que puedas asignar cada producto a una función específica en una cartera.
Probablemente hayas oído que los ETFs “se negocian durante todo el día como acciones”, mientras que los fondos mutuos se valoran solo una vez al cierre, según su valor neto de activos (NAV). Útil, sí —pero la verdadera clave es el mecanismo de creación/redención. En el mercado primario, empresas especializadas llamadas participantes autorizados (APs) intercambian canastas de valores por grandes bloques de acciones del ETF, conocidos como unidades de creación (a menudo 50,000 acciones o más). Cuando aumenta la demanda, los APs entregan la canasta al emisor y reciben nuevas acciones del ETF (creación). Cuando la oferta es elevada, los APs devuelven las acciones del ETF y retiran la canasta (redención).
Debido a que los APs pueden arbitrar las diferencias de precio entre el precio de mercado del ETF y el valor de sus participaciones, el ETF tiende a cotizar muy cerca de su NAV. Este mecanismo generalmente mantiene los diferenciales ajustados, un seguimiento razonable y los costos de negociación bajos para los inversores finales. Igualmente importante, el intercambio de valores por acciones del ETF se realiza típicamente en especie, lo que limita los eventos imponibles dentro del fondo y reduce las probabilidades de que las distribuciones de ganancias de capital afecten a los accionistas.
Interfaz gráfica del usuario: El contenido generado por la IA puede estar incorrecto.
(Crédito de imagen: State Street Investment Management)
Cuando los fondos mutuos deben hacer frente a salidas de capital, a menudo venden valores, realizan ganancias y trasladan dichas ganancias a los accionistas. Por el contrario, los ETFs generalmente despachan posiciones apreciadas mediante redenciones en especie. Esto significa menos distribuciones sujetas a impuestos para los tenedores a largo plazo. No es una garantía —los ETFs activos y algunas estrategias aún pueden distribuir ganancias—, pero es una ventaja estructural.
Los costos se capitalizan al igual que los rendimientos, aunque en sentido inverso. En horizontes largos, un fondo que cobra un 0,60% erosionará mucho más tu capital que uno que cobra un 0,08%. El ecosistema moderno de ETFs ha impulsado una reducción implacable de los costos. Muchos ETFs de índices básicos ahora cobran puntos base de un solo dígito, e incluso las exposiciones especializadas son mucho más baratas de lo que solían ser. Las bajas comisiones continuas, junto con diferenciales de negociación ajustados, ayudan a los ETFs a funcionar como bloques de construcción eficientes.
La liquidez en los ETFs proviene de dos fuentes: (1) el volumen de negociación en pantalla y (2) la liquidez de la canasta subyacente a la que los APs pueden acceder al crear o redimir. Los ETFs grandes y amplios tienden a ser muy líquidos; los fondos con temas más reducidos o de menor tamaño pueden no serlo. Para órdenes más grandes, utiliza órdenes limitadas y considera operar durante las horas pico del mercado para reducir el deslizamiento.
La diferencia de seguimiento —la brecha en el rendimiento entre el ETF y su índice— se debe a las comisiones, las fricciones en la negociación, los métodos de muestreo, el préstamo de valores y el arrastre de efectivo. Los fondos de índice de buena calidad minimizan estas brechas, pero nunca son exactamente cero. Revisa el seguimiento histórico del fondo respecto a su índice de referencia, no solo su ratio de gastos, para evaluar su calidad.
El cambio en la metodología del índice también es importante. Los calendarios de reconstitución (por ejemplo, trimestrales frente a anuales), las reglas de inclusión (flotante libre, filtros de rentabilidad) y los esquemas de ponderación (por capitalización de mercado frente a ponderación igualitaria o inclinaciones basadas en factores) modificarán el comportamiento de un ETF en los mercados reales, especialmente en torno a las fechas de rebalanceo.
A continuación, se presenta una referencia rápida. La tabla utiliza frases cortas únicamente; mantén la prosa en el cuerpo.
| Familia | Qué sigue | Uso típico | Ventajas | Riesgos clave | Ejemplos populares |
|---|---|---|---|---|---|
| Acciones de índice amplio | Mercado total; grandes/medianas/pequeñas; internacional | Exposición central a acciones | Baja comisión; alta diversificación; gran liquidez | Riesgo de mercado; concentración por ponderación de capitalización | SPY, VOO, ITOT, VT, VEU |
| Sector | Sectores GICS/ICB (tecnología, energía, salud, etc.) | Inclinaciones; estrategias tácticas | Exposición segmentada; líquidos (sectores grandes) | Concentración; ciclicidad | XLK, XLE, XLF, XLV, XLI |
| Temáticos | Tendencias específicas (IA, energía limpia, ciberseguridad, vehículos eléctricos) | Expresar una opinión; satélite | Basado en narrativas; apuestas focalizadas | Mayores comisiones; rotación; saturación | BOTZ, TAN, HACK, LIT |
| Renta fija | Bonos del tesoro, corporativos IG, HY, municipales, TIPS, agregados | Renta; contrapeso; apuestas de duración | Amplio catálogo; escalonado; transparente | Riesgo de tasa; riesgo crediticio; liquidez en condiciones de estrés | AGG, BND, LQD, HYG, IEF, TLT, MUB |
| Materias primas | Oro/plata; canastas; energía; agricultura | Cobertura contra la inflación; diversificación | Baja correlación con acciones/renta fija | Rendimiento de rol; formularios K‑1 (algunos); contango | GLD, IAU, DBC, USO, UNG |
| Apalancados/Inversos | Multiplicador diario de 2x/3x, largo o corto, de un índice | Negociación a corto plazo; cobertura | Exposición eficiente en términos de capital | Reinicio diario; desgaste por capitalización; riesgo dependiente de la trayectoria | TQQQ, SQQQ, SPXL, SPXS, UCO, SCO |
Estos son los bloques de construcción fundamentales para la mayoría de las carteras. Los fondos de mercado total ofrecen exposición a miles de acciones estadounidenses en una sola operación; los rastreadores de gran capitalización, como los fondos del S&P 500, se centran en las empresas más grandes del mercado; los fondos internacionales añaden mercados desarrollados fuera de EE. UU. y emergentes. La construcción ponderada por capitalización significa que las empresas más grandes tienen mayor peso —excelente cuando los líderes tienen buen rendimiento, y menos favorable cuando el liderazgo tiende a concentrarse. Si prefieres una exposición más equilibrada, existen versiones de ponderación igualitaria, aunque implican mayor rotación y, en ocasiones, diferenciales más amplios.
Cuándo usar: como núcleo estratégico de acciones en una asignación a largo plazo. Aspectos a tener en cuenta: ratio de gastos, diferencia de seguimiento, metodología del índice, políticas de préstamo de valores y tamaño/liquidez del fondo.
Los fondos sectoriales dividen el mercado en categorías conocidas, como tecnología, energía, finanzas y salud. Son excelentes herramientas para inclinaciones tácticas, posicionamiento durante la temporada de resultados y asignación de riesgos. Muchos inversores combinan un núcleo de mercado amplio con sobreponderaciones o subponderaciones sectoriales para expresar opiniones sobre el ciclo —por ejemplo, sobreponderar el sector energético ante una oferta más ajustada o subponderar sectores sensibles a las tasas cuando estas aumentan.
Cuándo usar: para ajustar exposiciones alrededor del núcleo o para implementar estrategias en barbell y operaciones en pares. Aspectos a tener en cuenta: concentración en los nombres más destacados, sensibilidades macro (tasas, petróleo, regulación) y profundidad de liquidez.
Los ETFs temáticos traducen narrativas en índices invertibles —inteligencia artificial, robótica, ciberseguridad, energía limpia, metales para baterías, espacio, entre otros. Resultan atractivos porque apuntan a historias de crecimiento que el índice de referencia puede subponderar. Sin embargo, sus índices suelen reequilibrarse con frecuencia, incluir nombres de menor capitalización y cobrar comisiones más elevadas. Su rendimiento puede presentar ciclos de auge y caída a medida que el capital se concentra en la misma narrativa.
Cuándo usar: como satélites pequeños (porcentajes de un solo dígito). Aspectos a tener en cuenta: construcción del índice (filtros de especialización, umbrales de ingresos), rotación, comisiones y capacidad. Considera si un ETF sectorial o basado en factores más amplio podría expresar la misma opinión con menores costos y mejor liquidez.
Los ETFs de renta fija han abierto un mercado que antes era opaco para los inversores cotidianos. Hoy en día puedes ajustar la duración (corta, intermedia, larga), la calidad crediticia (bonos del tesoro, grado de inversión, alto rendimiento), el sector (valores hipotecarios, municipales, corporativos) y la protección contra la inflación (TIPS) con unos pocos símbolos. Durante los períodos de estrés del mercado, la liquidez en pantalla puede divergir de los bonos subyacentes, pero los ETFs suelen convertirse en el escenario de descubrimiento de precios cuando los bonos en efectivo apenas se negocian.
Cuándo usar: para generar ingresos y mitigar la volatilidad de las acciones; para igualar pasivos con la duración; para implementar opiniones sobre tasas o curvas (por ejemplo, una estrategia barbell de corta y larga duración). Aspectos a tener en cuenta: duración efectiva, rendimiento al peor escenario, mezcla crediticia y si el ETF utiliza muestreo o réplica completa.
Estos fondos ofrecen exposición a activos reales —metales preciosos, energía, agricultura o canastas amplias de materias primas. Algunos poseen el metal físico en custodia (por ejemplo, el oro), mientras que otros utilizan futuros. Con los futuros, el retorno proviene de los movimientos en el precio spot más el rendimiento de rol (positivo en backwardation, negativo en contango). Comprende la estructura antes de comprar.
Cuándo usar: como cobertura contra la inflación, diversificador o para expresar una opinión táctica sobre el ciclo de una materia prima. Aspectos a tener en cuenta: estructura (física vs. futuros), formularios fiscales (algunas estructuras de materias primas emiten formularios K‑1), costos de almacenamiento/de roll y rendimientos colaterales.
Estas son herramientas de negociación, no posiciones centrales para mantener a largo plazo. Por diseño, apuntan a un múltiplo diario (por ejemplo, 2x o 3x) del rendimiento de un índice, ya sea en posición larga o corta. Debido a que se reinician a diario, la capitalización compuesta puede provocar que los rendimientos diverjan del múltiplo indicado a lo largo de períodos prolongados —especialmente en mercados volátiles y sin tendencia definida. Pueden ser útiles para coberturas a corto plazo o para operaciones tácticas cuando se mantiene disciplina en el dimensionamiento de la posición.
Cuándo usar: para negociación a corto plazo, para cubrir eventos específicos. Aspectos a tener en cuenta: la mecánica de reinicio diario, los costos de financiamiento/préstamo incorporados en el fondo, los diferenciales más amplios y el riesgo de desgaste dependiente de la trayectoria.
Una forma confiable de utilizar ETFs es la estrategia núcleo-satélite:
1. Núcleo (70–90%): ETFs de acciones amplias de bajo costo + ETFs de renta fija de grado de inversión, adecuados a tu perfil de riesgo. Se puede añadir diversificación internacional con fondos de mercados desarrollados y emergentes.
2. Satélites (10–30%): inclinaciones sectoriales selectivas, fondos basados en factores (valor, calidad, impulso, small‑cap), materias primas o ideas temáticas cuidadosamente dimensionadas. Mantén cada satélite lo suficientemente pequeño para que, en caso de bajo rendimiento, no desvíe el plan general.
3. Reglas de rebalanceo: elige un calendario (por ejemplo, semestral) o bandas de tolerancia (por ejemplo, ±5%) para reducir posiciones ganadoras y aumentar las de las rezagadas; esto impone disciplina y aprovecha la reversión a la media.
Los ETFs de beta inteligente o basados en factores se inclinan hacia características como valor, calidad, baja volatilidad, impulso o tamaño. Se sitúan entre los fondos puramente ponderados por capitalización y la selección individual de acciones, ofreciendo inclinaciones sistemáticas con reglas transparentes. Úsalos para complementar el núcleo ponderado por capitalización, por ejemplo, combinando calidad e impulso para mayor robustez, o utilizando el valor como un sesgo contracorriente a largo plazo.
Claridad en el mandato: ¿El objetivo del fondo coincide con tu tesis? Lee el prospecto resumido y la ficha técnica del índice.
Estructura del índice: ponderación por capitalización, igualitaria, selección basada en reglas, cadencia de reconstitución.
Costo total de propiedad: ratio de gastos más el diferencial de negociación más la diferencia de seguimiento esperada.
Liquidez: diferencial/volumen promedio, profundidad del libro; para órdenes grandes, consulta la mesa de mercados de capital o utiliza órdenes limitadas.
Composición de la cartera: número de participaciones, ponderación de los 10 principales, mezcla por país/sector, límites de concentración por emisor.
Estadísticas de riesgo: beta respecto a tu índice de referencia central, duración (para bonos), caídas históricas.
Impuestos y estructura: capacidad en especie, uso de futuros/swaps, posibilidad de formularios K‑1, política de distribuciones.
Contrapartida/custodia: Para fondos sintéticos o de materias primas, comprende el colateral, los custodios y los acuerdos de contrapartida.
• Perseguir temas de moda: Los rendimientos pasados en temas específicos suelen revertirse cuando los flujos alcanzan su pico o cambian las narrativas. Limita el tamaño, si es que decides invertir.
• Ignorar los diferenciales: Un diferencial del 1–2% en un fondo de nicho puede anular el alfa esperado para un trimestre. Revisa los costos de negociación.
• Confundir la exposición: Algunos fondos de “IA” poseen gigantes tecnológicos, mientras que algunos fondos “de dividendos” incluyen emisoras de alto rendimiento con balances débiles. Verifica qué contienen.
• Utilizar ETFs apalancados a largo plazo: El reinicio diario y la descomposición por volatilidad pueden producir resultados muy alejados de lo esperado.
• Fragmentar en exceso: Tener demasiados ETFs superpuestos crea una concentración accidental y una complejidad innecesaria.
Los ETFs han democratizado el acceso a acciones, bonos y materias primas, al tiempo que integran la mejor infraestructura de mercado: creaciones/redenciones en el mercado primario, descubrimiento intradiario de precios y, generalmente, una alta eficiencia fiscal. No son una solución mágica, pero como bloques de construcción de bajo costo y transparentes te permiten enfocarte en las decisiones que generan resultados: asignación de activos, dimensionamiento del riesgo y comportamiento durante las caídas.
Utiliza fondos de índice amplio como tu ancla, apuesta por sectores y factores cuando tengas una tesis clara, y trata los temas y el apalancamiento con el debido respeto táctico. Si sigues un proceso basado en reglas, rebalanceas según lo programado y mantienes bajos los costos, aprovecharás lo que los ETFs hacen mejor: ofrecer exposición diversificada al mercado con mínima fricción.
Todd Shriber es un especialista en ETFs y ex trader de hedge funds long/short que analiza, investiga y escribe sobre ETFs tanto para inversores de alto patrimonio como para instituciones financieras de primer nivel.