Traducido por IA
El oro se cotizó en un rango estrecho durante las horas asiáticas el miércoles tras recuperarse de un mínimo reciente que duró una semana y media. El metal se vio respaldado por los datos del IPC de EE. UU. de julio, que estuvieron en línea con las expectativas del mercado. El IPC general se mantuvo estable en 2,7% interanual, mientras que el IPC subyacente aumentó a 3,1% desde 2,9% en junio.
Las ganancias mensuales de 0,2% para el IPC y 0,3% para el IPC subyacente se ajustaron a las previsiones, lo que ayudó a mitigar las inquietudes sobre una inflación persistente. Según la herramienta CME FedWatch, los traders aún están apostando por la probabilidad de al menos dos recortes de tasas de la Reserva Federal antes de fin de año, siendo septiembre considerado como el primer movimiento. Esta perspectiva pesó sobre el dólar estadounidense, proporcionando un impulso al oro, que no genera intereses.
La plata subió un 0,74% hasta 38,19 dólares, impulsada por el debilitamiento del dólar y por las perspectivas de una demanda industrial en alza. Los analistas señalaron que la actividad manufacturera se mantiene estable y que la mejora de los flujos comerciales globales respalda al metal blanco.
Más allá de la política monetaria, la disminución de las tensiones comerciales se sumó al panorama macroeconómico. El presidente Trump extendió la tregua arancelaria entre EE. UU. y China por tres meses, mientras los participantes del mercado esperaban una cumbre entre EE. UU. y Rusia a finales de la semana como posible paso hacia un mayor progreso diplomático.
Estos acontecimientos mejoraron el sentimiento de riesgo a nivel global, reflejado en nuevos máximos históricos para el S&P 500 y el Nasdaq, y en el Nikkei 225 de Japón, que superó los 43.000 por primera vez.
Aunque esto es favorable para los activos de crecimiento, el tono de riesgo redujo los flujos hacia el oro, contrarrestando parte del beneficio derivado del dólar más débil. “El oro sigue respaldado por las expectativas de política de la Fed, pero el fuerte desempeño de las acciones está atrayendo capital hacia otros activos”, señaló un estratega de materias primas.
El oro podría consolidarse a corto plazo, manteniéndose por encima del soporte de 3,336 dólares mientras se prueban medias móviles clave. Una rotura alcista por encima de 3,376 dólares podría apuntar a 3,409, pero si falla, existe el riesgo de una corrección.
El oro se cotiza a 3,359 dólares, intentando recuperarse tras encontrar soporte en 3,336 dólares a lo largo de una línea de tendencia ascendente desde finales de julio. El precio está probando la confluencia de la media móvil exponencial de 50 períodos (3,360.61 dólares) y la de 100 períodos (3,360.24 dólares), situándose el siguiente nivel de resistencia en 3,376.47 dólares. Una rotura alcista decisiva por encima de esta zona podría allanar el camino hacia 3,409.11 dólares.
El RSI en 52.70 indica un impulso neutral, dejando margen para extender las ganancias si los compradores mantienen el control. Si no se superan las EMAs, se podría desencadenar una corrección hacia 3,336 dólares, con un riesgo adicional de caída hasta 3,312 dólares.
La plata se cotiza a 38,40 dólares, extendiendo sus ganancias tras rebotar desde el soporte de la línea de tendencia cercano a 38,02 dólares. El precio ha recuperado tanto la EMA de 50 períodos (37,95 dólares) como la EMA de 100 períodos (37,89 dólares), reforzando el impulso alcista a corto plazo. La resistencia inmediata se sitúa en 38,49 dólares; una rotura de este nivel podría allanar el camino hacia 38,97 y 39,53 dólares.
El RSI en 66.35 se acerca a territorio de sobrecompra, lo que sugiere que el impulso es fuerte, pero se recomienda cautela ante posibles correcciones. Si la resistencia se mantiene, el soporte se sitúa en 38,02 dólares, seguido de 37,52 dólares.
Arslan, orador en webinars y analista de derivados, tiene un MBA en Finanzas y un MPhil en Finanzas Conductuales. Guía en análisis financiero, trading y pronósticos de criptomonedas. Experto en psicología del trading y sentimiento del mercado.