Traducido por IA
Intel (INTC) se prepara para la publicación de sus resultados del tercer trimestre hoy, enfrentándose a altas expectativas tras un repunte del 109% desde agosto. La acción ha pasado de $18.97 a un máximo de $39.65 en los últimos dos meses, impulsada no por su fortaleza operativa sino por una ola de inversiones respaldadas políticamente y asociaciones estratégicas. Los traders observan de cerca si los resultados respaldarán el repunte —o confirmarán que se debe únicamente al sentimiento del mercado.
El punto de inflexión llegó el 22 de agosto, cuando el gobierno de EE.UU. dio un paso sin precedentes, convirtiendo $8.9 mil millones de fondos de la Ley CHIPS y Secure Enclave en una participación del 9.9% en Intel a $20.47 por acción. La medida, presentada como una acción de seguridad nacional por la administración Trump, redefinió a Intel no como un fabricante de chips en apuros, sino como una infraestructura esencial. La operación envió la señal a los mercados de que Intel era ya demasiado crítica para fracasar, lo que provocó compras generalizadas.
La confianza de los inversores se vio reforzada aún más por dos importantes asociaciones estratégicas. El 18 de agosto, SoftBank adquirió una participación del 2% por $2 mil millones a $23 por acción, aportando credibilidad gracias a sus vínculos con Arm Holdings. Luego, el 18 de septiembre, Nvidia acaparó titulares con una inversión de $5 mil millones a $23.28 por acción por una participación del 4%. Este acuerdo, que incluyó el desarrollo conjunto de productos para centros de datos y PCs, impulsó la acción de Intel un 22.8% en una sola sesión, siendo el mayor aumento diario desde 1987.
A pesar de estos patrocinadores de alto perfil, los fundamentos de Intel siguen siendo débiles. Los ingresos del segundo trimestre se mantuvieron prácticamente planos interanual, situándose en $12.86 mil millones, y la compañía registró una pérdida neta de $2.92 mil millones. Los servicios de fundición continúan siendo un lastre, habiendo reportado pérdidas de $13 mil millones el año pasado. Citi rebajó la calificación de Intel a “Sell” el 19 de septiembre, citando el continuo bajo rendimiento en segmentos clave y una hoja de ruta manufacturera que queda varios años detrás de TSMC.
Un impulso adicional se registró a finales de septiembre, tras informaciones de que Intel se había acercado a Apple para explorar una posible inversión o asociación estratégica. Aunque no se llegó a ningún acuerdo, las acciones subieron un 6.4% el 26 de septiembre únicamente por la especulación. El mercado interpretó este acercamiento como una señal de que Intel buscaba de manera agresiva obtener la validación de los principales actores tecnológicos, reforzando el sentimiento de que la compañía recupera relevancia en el sector.
El consenso para el tercer trimestre prevé ingresos de $13.1 mil millones y un EPS de $0.01 —técnicamente un retorno a la rentabilidad, aunque aún muy por debajo de los estándares históricos. Los traders se centrarán en tres áreas: la mejora del margen bruto, la guía para el cuarto trimestre y el progreso del proceso 18A de Intel. Aunque las inyecciones de capital han permitido a Intel ganar tiempo, todavía no han generado un impulso tangible en el negocio.
A menos que Intel presente resultados superiores al consenso con una guía optimista o anuncie nuevos clientes importantes para sus servicios de fundición, la acción enfrenta riesgos a la baja. El repunte parece haber sido impulsado más por señales políticas y estratégicas que por una mejora real de sus finanzas. Con fundamentos rezagados y un sentimiento sobreextendido, los traders deberían prepararse para una posible corrección si los resultados de hoy resultan decepcionantes.
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James A. Hyerczyk ha trabajado como analista fundamental y técnico de los mercados financieros desde 1982. James comenzó su carrera en Chicago como analista de mercado de futuros para CBOT y CME y ha estado ofreciendo análisis de calidad para traders profesionales durante 36 años. Su trabajo técnico utiliza las técnicas de análisis de patrón, precio y tiempo de W.D. Gann. James tiene un Máster en Administración de Empresas de la St. Xavier University y un Máster en Mercados Financieros y Negociación del Instituto de Tecnología de Illinois.