Traducido por IA
El oro prolongó su racha bajista el lunes, marcando la cuarta sesión consecutiva de caídas mientras los traders revaluaban las expectativas de un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal en diciembre. El cambio de sentimiento se produjo tras que varios responsables de la política adoptaran una postura más cautelosa respecto al flexibilismo monetario, lo que redujo el apetito de los inversores por activos sin rendimiento como el oro y la plata.
La plata siguió la trayectoria del oro, cayendo aproximadamente un 1,4% en las primeras operaciones europeas. Los analistas señalan que este movimiento refleja no solo expectativas más bajas de flexibilización monetaria, sino también una persistente incertidumbre económica en Estados Unidos, donde el crecimiento se mantiene desigual y el avance en la moderación de la inflación se está ralentizando.
El vicepresidente de la Fed, Philip Jefferson, señaló que los riesgos de inflación se han “moderado considerablemente”, pero enfatizó que la tasa de política sigue siendo “algo restrictiva”. Instó a la paciencia mientras el banco central se aproximaba a un entorno más neutral.
La herramienta CME FedWatch ahora asigna una probabilidad inferior al 50% para un recorte de 25 puntos básicos en la reunión de diciembre, lo que representa una marcada disminución respecto a las probabilidades del 70% vistas a principios de mes.
“Los mercados se habían mostrado demasiado confiados en un ciclo de flexibilización rápida”, afirmó un estratega senior de materias primas de un banco de inversión con sede en Londres. “Los comentarios más recientes de la Fed han recalibrado esas expectativas, lo que afecta de forma natural a los metales preciosos.”
A pesar del tono bajista, la caída del oro se ha visto parcialmente compensada por la continua volatilidad del dólar estadounidense. La divisa se debilitó a raíz de las crecientes preocupaciones sobre el costo económico de las prolongadas negociaciones presupuestarias en Washington.
La publicación retrasada de datos clave, incluidos los datos de empleo no agrícola y las actas del FOMC a finales de esta semana, podrían influir aún más en la dirección del mercado a corto plazo.
Aunque las expectativas de endurecimiento afectan a los metales, las incertidumbres globales subyacentes continúan apoyando una demanda base de valores refugio. Las interrupciones en el mercado energético y los conflictos regionales han mantenido cautos a los inversores, evitando una venta masiva.
De cara al futuro, los traders se centrarán en las próximas cifras de inflación y en los comentarios de la Fed para evaluar si la flexibilización de la política podría reanudarse a principios del próximo año.
Los analistas señalan que cualquier giro nuevamente moderado o datos macroeconómicos más débiles podrían restablecer rápidamente el impulso para el oro y la plata en medio de una confianza de los inversores aún frágil.
El oro podría mantenerse presionado cerca de los 4.000 dólares, con riesgo de descender a 3.960 si el sentimiento se mantiene débil. La plata se sitúa en torno a los 49,40 dólares, enfrentándose a un descenso hacia los 48,40, a menos que un rebote por encima de los 50,00 confirme una demanda renovada.
El oro (XAU/USD) cotiza cerca de 4.008 dólares tras romper el canal ascendente que había guiado su reciente tendencia alcista. Los vendedores están probando la media móvil exponencial de 200 (200-EMA), un soporte crítico alrededor de los 4.000 dólares. Las lecturas del RSI, cercanas a 35, muestran un impulso bajista, aunque sugieren posibles condiciones de sobreventa.
Un cierre diario por debajo de 3.963 dólares podría acelerar las pérdidas hacia 3.884, mientras que un rebote por encima de 4.041 dólares podría desencadenar un movimiento correctivo hacia 4.110 y 4.167. El sesgo a corto plazo se mantiene bajista, a menos que los compradores defiendan el nivel de 4.000 dólares con velas de reversión fuertes, como un martillo o una envolvente alcista.
La plata (XAG/USD) cotiza cerca de 49,44 dólares tras romper su línea de tendencia ascendente, lo que señala un debilitamiento del impulso alcista. El metal está probando ahora la media móvil exponencial de 200 (200-EMA) en torno a los 48,45 dólares, un nivel clave que podría determinar la dirección a corto plazo. Las lecturas del RSI, cercanas a 35, indican presión bajista, aunque las condiciones de sobreventa podrían limitar un mayor descenso.
Una caída sostenida por debajo de 48,45 dólares podría abrir la puerta hacia los 47,20 y 45,60, mientras que una recuperación por encima de 50,06 dólares podría desencadenar un rebote hacia 51,40. La media móvil exponencial de 20 (20-EMA) continúa con una pendiente descendente, reforzando el sesgo bajista, aunque mechas inferiores largas sugieren un temprano interés comprador.
Arslan, orador en webinars y analista de derivados, tiene un MBA en Finanzas y un MPhil en Finanzas Conductuales. Guía en análisis financiero, trading y pronósticos de criptomonedas. Experto en psicología del trading y sentimiento del mercado.